lunes, 1 de febrero de 2010

Luis

Lo mejor de mi vida se llama Sofía. Tiene 15 años y un aspecto angelical, es una niña de tez sedosa, pelo rubio y ojos claros, su trato es dulce y prodiga alegría. ¿Qué va a decir su madre?

Y como madre que soy, sufro cada noche que se va de fiesta con sus amigos, pienso en los peligros que pueden acecharla y no duermo hasta que la oigo entrar de nuevo en casa. ¡Aún es tan niña!

Se me hacen las noches eternas esperando su llegada ¿me acostumbraré a estas ausencias? Espero que sí o moriré agotada. ¡Mira que le robo horas al sueño! Horas de descanso que durante el día, mi cuerpo demanda.

¡Sorpresa! Está noche será distinta, Sofía no saldrá de fiesta con su pandilla de amigos, me ha dicho que le duele la cabeza y además, en clase de Ingles, estornudó muchísimo, se quedará en casa.

¡Por fin dormiré a placer! No tendré que mirar el televisor, ni leer un libro, ni oír los ronquidos de mi marido mientras espero nerviosa a mi hija. ¿Cómo puede dormir él? Sin duda, los hombres están hechos “de otra pasta”.

Esta noche nos quedaremos los tres en nuestro pequeño salón, en pijama y descalzos, hablando de nuestra vida, compartiendo impresiones, desasosiegos… ¡qué maravilla!

De pronto, cuando hablábamos de un concierto musical, suena el teléfono.

-Ring…Ring…Ring…

Sofía coge el auricular:

-Si… hola… ahora mismo voy… dame 15 minutos y estoy allí.

¿-¿Quién era?-pregunto intrigada.

-Luís…esta noche saldré con él…no te inquietes…no tardaré… lo prometo.

-Pero hija, es muy tarde y ¿tu dolor de cabeza?

-Se me ha pasado, no te preocupes mamá.

Y mi hija se marchó, alegre, linda y perfumada. Una noche más tendría que ver el televisor, leer un libro, sufrir los ronquidos de mi marido y además… hallar respuesta a una tremenda pregunta.

-¿Quién demonios es Luís?

Inmaculada Cordovilla (Mondragón , Guipuzcoa)

No hay comentarios:

Publicar un comentario