lunes, 1 de febrero de 2010

Nieves

Era Enero y nevaba enormemente. Nieves, se puso a tejer una bufanda para su sobrina favorita. Jamás había hecho punto.

No sabía utilizar las agujas, la hebra se le enredaba fácilmente, el ovillo se le caía a menudo, sentía mosqueo al tejer...

Y tan patosa para las labores caseras, se encontraba, de pronto, sentada en una silla de mimbre, concentrada para no confundirse.

Pasaban los días y nieves progresaba, su alegría se acrecentaba a medida que veía avances y se sentía orgullosa.

¡Por fin acabo la bufanda! Después de tantos días, tantas horas dedicadas y tantísimos nervios... ¡por fin la termino!

Tan solo existe una dificultad. Nieves ha terminado una bufanda preciosa para su sobrina preferida y estamos en... Agosto.


Inmaculada Cordovilla (Mondragón, Guipuzcoa)

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