sábado, 30 de enero de 2010

¿Hablar o callar para siempre?

... ”Que hable ahora o calle para siempre” eran las palabras que el sacerdote estaba pronunciando en ese momento.

... “Que hable ahora o calle para siempre, voces que retumbaban en su cabeza sin saber que rumbo tomar, ¿Qué hacer? tenía que decidirlo en cuestión de segundos y en cuestión de segundos, vino el recuerdo de la noche anterior, en la que el hombre que ahora se estaba casando (con otra), estaba en sus brazos.

¿Como llegó allí? Quizás, la suerte jugó a su favor, el destino se mostró generoso, unas copas de más en una madrugada… a ella siempre le gustó, pero... era el novio de su mejor amiga y... nunca tuvo suerte con los hombres, los que le atraían, estaban comprometidos o eran gays.

Anoche, estuvo en sus brazos, una serie de imprevistos variaron los hechos, no fue el amor quien los empujó con tanto ardor hacia la cama, ¿y qué? Fue suyo, a ella siempre le atrajo, a él no (no del mismo modo). Se lo dijo nada más despertar, le dijo que la situación se le había escapado de las manos, que lo sentía…

-¡Que pena!- pensó ella, sin sentirlo en absoluto.

Ahora en su boda, cuando se estaba casando con otra, tenía que decidir si hablar o callar para siempre, vuelve a escuchar al sacerdote diciendo:

…Que hable ahora o calle para siempre... optó por callar sí... por ella... por él... por su amiga… optó por callar y lo haría… para siempre.

Inmaculada Cordovilla (Mondragón, Guipuzcoa)

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