“Mueren por inanición miles de hormigas en un pueblo de Albacete. Las autoridades competentes aseguran de que se ha tratado de un suicidio colectivo. La falta de migas de pan y de restos de semillas llevaron a muchas de ellas al paro y a la búsqueda de comida por cuenta propia. Tras la nula escucha de las organizaciones después de las manifestaciones de los últimos días, decidieron que la gran solución al problema sería llamar la atención de dichas organizaciones con un gran suicidio. Al final se salieron con la suya y satisfechas desde el cielo podrán contemplar cómo las principales empresas han dejado de lado la Campaña de trozos de turrón y mazapán de las próximas Navidades y se han puesto manos a la obra en la creación de verdadero empleo.”
Oye Luís, ¿y si hacemos nosotros lo mismo? Ya somos viejos y quizás así nuestros hijos y nietos puedan encontrar trabajo e independizarse de una vez.
No creo que nosotros nos convirtiésemos en mártires, Paquita, los hombres no aprendemos de nuestros errores y a diferencia de las hormigas preferimos no escuchar y hacer oídos sordos ante los problemas. Y ahora calla que empiezan los deportes.
Cristina Salán (Barcelona)
Oye Luís, ¿y si hacemos nosotros lo mismo? Ya somos viejos y quizás así nuestros hijos y nietos puedan encontrar trabajo e independizarse de una vez.
No creo que nosotros nos convirtiésemos en mártires, Paquita, los hombres no aprendemos de nuestros errores y a diferencia de las hormigas preferimos no escuchar y hacer oídos sordos ante los problemas. Y ahora calla que empiezan los deportes.
Cristina Salán (Barcelona)
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